Extraños seres en Vegas de Coria

Vegas de Coria, es una alquería hurdana perteneciente al concejo de Nuñomoral de poco más de 200 habitantes. Allí a finales de 1982 comenzaron a sucederse una serie de fenómenos extraños que mantuvieron aterrorizados a sus habitantes.

El primer suceso ocurrió el 10 de noviembre de 1982, eran 13:00h cuando Eusebio y Florián Iglesias, padre e hijo se encontraban descargando materiales de construcción en la puerta de una vivienda situada junto a la carretera que conduce a Arrolobos. De repente un sonido llamó poderosamente su atención, a ambos les pareció escuchar una especie de lamento, al girarse para ver de lo que se trataba, una llamarada de un metro de altura y color azulado (parecida a la del butano) ocupó toda la calzada de la carretera, tras unos segundos este efecto desapareció. Atónitos por lo sucedido, decidieron inspeccionar el terreno no encontraron rastro de nada que pudiera haber producido el fuego ni de zonas quemadas en el firme de la carretera, este no sería más que el primer incidente que se produjo en el municipio

Al día siguiente, el 11 de noviembre, en torno a las 21:45 horas, siendo ya de noche, Nicolás Sánchez Sánchez, se dirigía andando a su casa situada a las afueras del pueblo, concretamente en la carretera que conduce a Arrolobos. Cuando estaba a punto de entrar en su casa, un sonido parecido a un quejido ó lamento le llama la atención, al girarse ve un pequeño bulto oscuro de unos 30 centímetros en mitad de la carretera, se acerca pensando que es un animal, pero de repente el bulto comienza a crecer convirtiéndose en una silueta que se recortaba en la claridad de la noche, era un humanoide de más de dos metros, con la cabeza redonda, alto y robusto, vestía una túnica negra con vuelo, que caía por debajo de la rodilla, mangas anchas y una capa, este ser emitía un sonido parecido al rechinar de dientes. De repente este extraño visitante comienza a acercarse a Nicolás, quien tomando dos piedras del suelo y se las lanza, el humanoide inmediatamente se gira como lo haría un robot y se aleja flotando o deslizándose por el suelo, un resplandor a lo lejos hizo que desapareciera la silueta

El 13 de noviembre de 1982, una vez más Eusebio Iglesias y la carretera que conduce a Arrolobos se convierten en los protagonistas de la historia. Era en torno a las 21:30h, ya de noche, volvía Eusebio hacía Vegas de Coria con su mula cargada de sacos, justo cuando estaba llegando al pueblo uno de los sacos que llevaba comenzó a desestabilizarse por lo que se paró para recolocarlo. Un escalofrío recorrió su cuerpo, al sentir una extraña presencia tras él y más aún cuando una voz roca exclamó:

¿es que no me conoces?

Muerto de miedo se giró y vio a un extraño humanoide de más de dos metros, delgados y con unos brazos enormes, en ese mismo instante, este ser saltó por un terraplén cercano alejándose.

Florián Iglesias, quien ya tuvo una extraña visión junto a su padre Eusebio en 1982, volvió a toparse con una extraña figura el 3 de febrero de 1983, volvía Florián andando a Vegas de Coria por la carretera de Arrolobos, aún era de día, cuando comenzó a divisar en una curva a una persona no muy alta, vestida con un traje oscuro que tenía en el costado una línea blanca. El desconocido al notar su presencia comenzó a descender por un peligroso terraplén de más de 30 metros que existía junto a la carretera. Al llegar Florián a la curva, aparecieron tras él tres adolescentes del pueblo Cristino y Germán Domínguez y Joaquín Sánchez, que también habían visto a esta persona. Los cuatro pudieron ver como se alejaba a gran velocidad terraplén abajo.

Los tres adolescentes al atardecer del día siguiente volvieron al mismo lugar, animados seguramente por la visión del día anterior. Esta vez se encontraron a unos 30 metros frente a frente con un extraño ser muy alto y delgado que al verlos se arrojó de nuevo por el terraplén, asustados regresaron de inmediato al pueblo

El 6 de febrero de 1983 varios vecinos del pueblo junto al investigador extremeño Félix Barroso patrullaban la zona en busca de las apariciones que, días atrás, estaban atemorizando a los habitantes del pueblo. De repente vieron en el cielo dos plataformas triangulares de gran tamaño con tres potentes focos cada una y un halo alrededor que las iluminaba levemente, esos extraños ovnis desprendían una potente luz que iluminaba los montes próximos a la carretera de Arrolobos.

El 9 de febrero Jesús Sánchez Sánchez hermano de Nicolás, quien ya tuvo una experiencia paranormal el 11 de Noviembre de 1982, se dirigía hacía su casa, estaba a punto de entrar cuando se topó con un extraño ser vestido con una sotana blanca. Este humanoide al verle se acercó hacía él pero Jesús muerto de miedo se metió en casa rápidamente.

Los vecinos de la pequeña alquería hurdana se encontraban inquietos y atemorizados con las apariciones de estos extraños seres y por las luminarias que sobrevolaban sus casas. A comienzos de febrero de 1983 un grupo de vecinos, armados con escopetas, comenzaron a realizar batidas por la zona dispuestos a dar caza a las apariciones. Uno de los grupos fue sorprendido la lluviosa noche del 12 de febrero de 1983 por una luminaria amarillenta y silenciosa muy resplandeciente. Durante el tiempo que la vieron en el cielo aumentó y disminuyó de tamaño y se estuvo desplazando por el río Hurdano, además durante horas se mantuvo inmóvil sobre el pueblo hasta que desapareció.

Fuente: Extremadura Misteriosa / José Manuel Frías
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