Palacio abandonado de los Roco-Camprofrío

Fue el 17 de enero de 1.213, durante la Reconquista, cuando las tropas cristianas de Alfonso IX de León tomaron definitivamente Alcántara que por aquellos entonces se encontraba en manos de los musulmanes. Uno de los caballeros que iba entre las huestes cristianas era Bernardo Roco, un destacado capitán a las órdenes del monarca, al cual quisieron premiar por su notable actuación en la toma de Alcántara entregándole la dehesa de Campofrío, que permanecería durante siglos en manos de la familia Roco.

Durante el Renacimiento, al igual que en otros puntos de Europa, comienzan a levantarse en Alcántara lujosas casas palacio impulsadas por el clero y la pudiente nobleza de la localidad. Uno de estos edificios que se comienza a construir es la casa palacio de la familia Roco-Camprofrío, situada en la actual plaza de la Corredera.

La primera referencia documental que existe del edificio data de 1.401, en tiempos de Bartolomé de Peón Roco, "Capitán de Lanzas", gran servidor de los Reyes Católicos. La fachada que actualmente se conservar seguramente sea de época posterior y sería mandada construir por Frey Don Juan Roco-Campofrío durante el primer tercio del siglo XVII. Si por algo se caracteriza el edificio es por su fachada, una monumental obra inconclusa, que jamás llegó a terminarse. No obstante, y a pesar de ello el edificio fue utilizado para diversas funciones a lo largo de la historia, durante la Guerra de Sucesión, en el siglo XVIII, sería utilizado como hospital y posteriormente como cuartel militar. Ya en el siglo XIX, concretamente en 1.809, durante la Guerra de la Independencia fue destruido y tras la contienda se reconstruyó para hospedar a los veteranos del conflicto.

La monumental fachada nos da una idea de la magnificencia del proyecto que tenían pensado sus promotores y de la importancia pasada del linaje de los Roco-Campofrío. Realizada en sillería de granito destaca por su gran sobriedad y belleza, la podemos encuadrar en el barroco clasicista, en ella predominan el equilibrio y la simetría que viene dada por la regular disposición de sus vanos. Estructurada en tres pisos, los dos primeros se encuentran rematados con frontones triangulares que adornan los ventanales y el tercero con un frontón curvilíneo que alberga el marmoleo escudo de armas de la familia Roco. En el centro se abre la recia portada con puerta inferior enmarcada entre columnas toscanas.

El interior del edificio actualmente se encuentra dividido en pequeñas huertas y solamente se conservan partes de las paredes medianeras y traviesas que separaban las estancias del palacio. A pesar de ser el edificio civil de mayor envergadura de Alcántara su estado actual es de ruina progresiva.

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