Posterior a este hecho varios testigos aseguraron haber visto por la zona un extraño animal parecido a un jabalí, pero que debería tener el tamaño de oso.

Cual fue su sorpresa cuando pudo observar en el patio que daba acceso a las cuadras una esfera luminosa del tamaño de un balón de fútbol que desprendía una luz muy brillante y que realizaba quebradas elevándose y descendiendo

Este extraño humanoide de aspecto gelatinoso tenía un cuerpo bastante desproporcionado, debería medir unos dos metros y medio, los brazos los tenía en cruz respecto al tronco y los movía armoniosamente.

Mientras el hombre llamaba al 112 la mujer vio algo que la marcó de por vida, de uno de los cuerpos sin vida surgió una especie de forma blanca, vaporosa, que terminó perdiéndose en la lejanía. La impresión que le causó le hizo entrar en estado de pánico.

Aquella enigmática luz planeó sobre el pueblo manteniéndose inmóvil sobre él durante unos minutos, parecía como si estuviese observando. En cuestión de segundos, en silencio y fugazmente desapareció poniendo rumbo al espacio exterior.

Elvira se arma de valor y se dirige hacia la luminaria para ver de que se trataba, pero antes de llegar el extraño visitante y la esfera desaparecen. En ese preciso instante la mujer escuchó una voz dentro de su cabeza que la decía: “Marcha con rapidez al pueblo, pues tu nieto ha nacido. Deberéis ponerle por nombre Ángel”

Un insólito objeto de unos 15 o 20 metros con forma de zeppelín desprendía una extraña luz anaranjada tenue, la parte baja de este misterioso artefacto parecía estar formada por una extraña plataforma metálica ovalada.

Un escalofrío recorrió su cuerpo, al sentir una extraña presencia tras él y más aún cuando una voz roca exclamó “¿es que no me conoces?”

Varios testigos han asegurado que al ver tan macabra situación se han atrevido a preguntarles quienes eran y solamente han escuchado de sus bocas una voz de ultratumba que exclama: "Genti de Muerti".

Se encontró de lleno con este inquietante personaje, pudieron escuchar como les decía: «Hermanos míos, vamos a rezar un avemaría y un padrenuestro a las ánimas benditas del purgatorio».